viernes, 3 de agosto de 2012

El fallecimiento de la Comisión de Festejos


La Comisión Organizadora de Festejos de El Royo (C.O.F.E.R.) ha fallecido. Sus apenados miembros a lo largo de muchas generaciones ruegan y agradecen unos minutos de reflexión.

Este desenlace, decidido y comunicado por la concejala de cultura, no es sino la crónica de una muerte anunciada. Anunciada en repetidas ocasiones, la última de ellas en agosto de 2011 cuando la concejala de cultura se mostró muy ofendida e indignada con un cartel que había aparecido en los disfraces de San Roquito que decía: “SIN DINERO PARA LOS DISFRACES”. Nos sorprendió que una persona adulta se sintiera ofendida por algo tan insignificante, pero nos explicó que esas palabras las había pronunciado ella en una reunión con los jóvenes de la Comisión de Festejos, por lo tanto, en su opinión, el cartel sólo lo podían haber escrito ellos, y ella no se merecía esto. Dijo: “Yo quiero conservar las tradiciones, quiero conservar la Comisión de Festejos.........”. De esas palabras lo que más nos preocupó fueron los puntos suspensivos.
En aquel momento le recomendamos, desde nuestro grupo y desde el suyo, prudencia, porque ese cartel lo podía haber escrito cualquiera y, aunque poco después se confirmó que, efectivamente, no habían sido los jóvenes de la Comisión de Festejos los autores del cartel, el daño ya estaba hecho, no sólo porque ofendió a los jóvenes provocando el efecto contrario al que se esperaba de ella (generar confianza entre los jóvenes y mejorar las relaciones entre Ayuntamiento y juventud), sino porque en ese momento la sra. Alcaldesa, tras comprobar la indignación de su concejala, dejó clara su sentencia al decir: “La solución es fácil, al año que viene se encarga todo a una empresa y problema resuelto.”
Pero ya que hemos pedido unos minutos de reflexión, no nos cebemos contra jueces, verdugos y mensajeros, reflexionemos nosotros también.
Si pidiésemos a cada una de las generaciones de jóvenes que escribieran cómo se hacían los cosas en la Comisión de Festejos, cada una de ellas contaría su verdad y si esos escritos se los diésemos a leer a un desconocido, este llegaría a la conclusión de que esas generaciones de jóvenes están hablando de pueblos diferentes, ya que cada una lo hacía de forma distinta.
El problema surge cuando generalizamos y tendemos a pensar que “lo que hacíamos nosotros es lo que se ha hecho siempre” sin aceptar la posibilidad de que quizás otros también tengan razón cuando dicen que las cosas se hacían de otra manera.
Si la función de la Comisión de Festejos y su relación con el Ayuntamiento se ha degenerado en los últimos años, hará falta voluntad, esfuerzo y años para recuperarlas, no basta con unos meses, una reunión, un par de escritos y una voluntad fingida y mal disimulada. Sin duda, quien ha nacido y se ha criado en el municipio valora las tradiciones de forma diferente a quien nos visita, pero todos deberíamos estar de acuerdo en que merece la pena dedicar más esfuerzos a solucionar los problemas y menos a buscar justificaciones de por qué se toman ciertas decisiones.
Nuestra propuesta en el pleno del día 20 de junio de 2012 de hacer una reunión entre Ayuntamiento y jóvenes de la Comisión de Festejos fue respondida con contundencia por la sra. Alcaldesa al decir: “Mi propuesta es que no”. Comprendemos que no esté dispuesta a dar marcha atrás ahora que por fin ha encontrado quien ejecute sus deseos.
La actitud premeditada y mal disimulada de acabar con la Comisión de Festejos quedó de manifiesto al convocarnos a una Comisión de Cultura y deporte el día 22 de marzo de 2012 a las 9:00 horas y cancelarla 45 minutos antes, cuando comunicamos que asistiría Cristina Larred en sustitución de Carlos Miranda (a pesar de que el secretario nos informó de que no habría ningún problema en que asistiera un suplente en vez del titular), sin darnos ninguna explicación cuando preguntamos en el Pleno por el motivo de la cancelación de esa Comisión de Cultura y Deporte.
¿Sería porque la decisión de eliminar la Comisión de Festejos ya estaba tomada y sólo faltaba “preparar los motivos” para justificarla?. Y los motivos no han sido otros que acusar a los jóvenes de falta de seriedad y compromiso, incumplimiento de lo acordado, etc... principalmente por no presentarse a firmar el contrato de la música de la verbena, cosa a la que nunca se habían comprometido ya que su compromiso en la reunión de septiembre de 2011 fue de pagar la música y colaborar con el Ayuntamiento en la organización de todos los actos. En resumen, una actuación demasiado burda que no ha distraído a nadie de una intención premeditada y perseguida desde hace años.
Pero recordad, la decisión de la concejala de cultura ha sido: “no hay ningún motivo tradicional para que haya una Comisión de festejos este año” lo cual quiere decir que en el futuro, cuando los jóvenes sean otros, sean del agrado de la autoridad y acaten su voluntad (todo lo contrario a delegar, transmitir confianza a los jóvenes o trabajar en equipo, asignaturas pendientes en este Ayuntamiento), entonces, la autoridad podría decretar que sí hay de nuevo un motivo tradicional para que haya una Comisión de Festejos.
Mientras tanto se elimina el voluntariado de los jóvenes que durante tantos años han colaborado con el Ayuntamiento, se gastará más dinero en organizar menos actividades recreativas o se acabará pidiendo dinero a colaboradores, tal como ha ocurrido con el mantón de manila, tantos años denostado por este Ayuntamiento. Parece que cuesta aprender las lecciones del pasado. Ya en agosto del año pasado le dijimos a la concejala que la misión de la concejalía de Cultura sería hacer funcionar y trabajar a las asociaciones del municipio. Nos dio la razón diciendo: "Sí, sí, pero este año es todo muy precipitado y hay que sacarlo adelante como sea". Ha transcurrido un año, ¿cuántas veces se ha reunido la concejalía de Cultura con las asociaciones?.
Y lo que es peor, el pueblo tienen que comulgar con la idea de que la tradición no es aquello que hacían nuestros padres y abuelos, sino lo que la autoridad diga cada año, por decreto, que es tradición. Nosotros no entendemos esta forma de interpretar la tradición.

1 comentario:

Recuperando El Royo dijo...

En el Heraldo de Soria del día 4 de agosto aparece publicada una carta
titulada
Adiós a una tradición
que merece la pena leerse.