Hace
un año, ante la decisión del Ayuntamiento de suprimir la Comisión
de Fiestas, publicamos un Recuperando que finalizábamos albergando
un poco de esperanza para el futuro: “Tenemos un año por
delante para dialogar, esforzarnos y trabajar con el único fin de
que el daño causado este verano en la convivencia y la participación
de la gente no sea irreversible. ¿O es que tener autoridad y pensar
que por ello tenemos siempre razón justifica cualquier decisión
incluso en contra del pueblo?. Si es así, todos seguiremos pagando
las consecuencias durante otros 10 años. Esperemos que no”.
A
lo largo de este año hemos propuesto al Ayuntamiento que se
recupere la Comisión de Fiestas y se defina qué es lo que se espera
de ella, con el fin de conseguir que funcione de nuevo. Pero la
respuesta ya la habéis visto, por un lado el Ayuntamiento con sus
actividades para las fiestas y por otro un nuevo grupo de jóvenes,
ayudados por los que ya tenían experiencia, organizando las
actividades que el Ayuntamiento ha descartado y, por cierto,
consiguiendo mayor éxito de participación. ¿Esto es lo que
queremos para nuestras fiestas? No es lo que queremos nosotros.
A
los jóvenes se les acusó de irresponsables y quedarse con el dinero
que recaudaban pero ya han demostrado que saben trabajar y les ha
faltado tiempo para invitar al pueblo y visitantes durante la verbena
a chocolate y migas con el dinero que les ha sobrado en las
actividades organizadas.
¿Alguien
cree que sale más barato contratar una empresa para colgar las luces
y farolillos de la verbena que dejar que lo haga la Comisión de
Fiestas?
¿Creéis
que resultaban más caros los juegos de San Roquito cuando los
organizaba la Comisión de Fiestas que cuando viene alguien de fuera
a organizarlos?
Nos
preguntamos dónde han ido a parar los niños del pueblo ilusionados
días antes de San Roquito, poniendo a punto la bicicleta para la
carrera, ensayando para la carrera lenta de “bicis”, afilando un
palo con la navaja o practicando con un bolígrafo para enganchar las
cintas de colores por la anilla, o todos arremolinados, salvando las
distancias, alrededor del que sacude garrotazos, con los ojos
vendados, a las bolsas con sorpresa. Y también dónde están los
padres haciendo fotos a sus hijos con la cara cubierta de harina o de
chocolate o la nariz tiznada al intentar despegar una moneda de una
sartén vieja. Y dónde están los abuelos que rebuscaban en el
desván los sacos para la carrera de sacos o les entregaban la
cuchara y el huevo sabiendo que este último no volvería.
Ya
nos hemos cargado los juegos de San Roquito, la tradición de ir
pidiendo por las casas y repartiendo sangría y la caldereta de El
Voto. ¿Qué será lo próximo?
Después
de muchos años sin querer apoyar al mantón de Manila, manteniéndose
la tradición gracias a las señoras y señoritas del pueblo, después
del éxito de participación del año 2009 (78 mantones desfilaron
desde el Ayuntamiento hasta la plaza) y de organización gracias a
doña Belén Ortego (lo que acabó con la supresión de la Comisión
de Cultura y Deporte y con amenazas de denuncia contra ella por parte
de la señora alcaldesa), ahora vemos un cambio radical en la actitud
del Ayuntamiento intentando recuperar la tradición del mantón, lo
cual nos alegra, pero no recibe la respuesta popular que sería de
desear.
Por
otra parte, nos sorprendió la actitud del Ayuntamiento cuando se
temía por el futuro de la residencia de ancianos y nos avergonzó,
con su ausencia, en el acto multitudinario de despedida a las monjas.
La
falta de sintonía que se observa entre pueblo y Ayuntamiento desde
hace más de 10 años, cuando algunos ni siquiera vivíamos aquí,
nace del Ayuntamiento y se contagia al pueblo y no al revés. Por
tanto debería ser en el Ayuntamiento donde se cambiase de actitud y
sin duda el pueblo lo agradecería.
Quizás
deberíamos tener claro que es el Ayuntamiento el que debe estar
con el pueblo en todo momento y no pensar que el pueblo debe, por
decreto, estar con el Ayuntamiento cuando a este le plazca.
La
situación ha llegado a un punto en que varias personas, incluido
el párroco en las misas del día de la Virgen y de San Roque, han
considerado necesario hacer un llamamiento para “derribar
las barreras que hayan podido surgir recientemente” o para
que “alguna persona con habilidad de dialogo, de
intermediación o de derribar barreras desarrolle su habilidad”.
Nada
nos alegraría más que ver cumplidas las plegarias del cura y,
aunque no queremos desanimar a nadie a intentarlo, ¿cuánto rato
podríais dialogar con una persona que opina: “el que no
está conmigo está contra mi”? (lo cual se ha
comprobado en repetidas ocasiones con los abandonos de varios
concejales en legislaturas anteriores). ¿Sobre que dialogaríais
con un concejal que en el Ayuntamiento dice: “yo estoy
aquí por el interés, que os quede claro, estoy aquí por el
interés”?, o ¿de que os serviría dialogar con un
concejal que os da la razón diciendo: “esa es una buena idea”
pero inmediatamente después vota en contra?
Si
en un Ayuntamiento cada concejal actuase de acuerdo a su conciencia,
sería imposible que la mayoría de ellos, con independencia de sus
ideas políticas, actuase con mala conciencia, eso no ocurriría
nunca. Por contra, cuando se deja a un lado la conciencia aparece la
tierra de cultivo adecuada para el caciquismo, servilismo y falta de
vergüenza. Quizás deberíamos preguntarnos ¿Hasta dónde debo
consentirle a un dirigente simplemente por haberse presentado por el
partido que me gusta?
Nosotros
nos incluimos en la autocrítica que debe hacerse y, si
alguien considera que no hemos actuado correctamente en algún
momento, aceptamos dialogar sobre cualquier tema porque todas
nuestras actuaciones han sido siempre muy razonadas y nunca
malintencionadas. Pero el diálogo debe ser sobre hechos, no sobre
rumores que se nos atribuyan.
A
pesar de que ninguna de las propuestas que hemos presentado ha
llegado a ejecutarse por el momento, de hecho en la inmensa mayoría
la señora alcaldesa ni siquiera se ha dignado en responderlas,
seguiremos presentándolas o, si está en nuestra mano, las haremos
directamente sin esperar la iniciativa del Ayuntamiento.
3 comentarios:
Retomando la noticia de haber pagado a una empresa para colocar banderines y farolillos, me gustaría recalcar el hecho de que, a pesar de contratar una empresa para la instalación eléctrica de la plaza el día de la verbena grade, estas luces no fueron encendidas en ningún momento de la noche.
Una pena, que mierd... de fiestas y de actividades, y no digo nada sobre la verbena del manton, que desastre si se hace a posta no le sale peor, habia mas ambiente en el chiriguito que en la plaza. Los juegos de San Roquito de verguenza ajena, pocos niños fueron y mas de la mitad se fueron. En esta forma lo unico que van a conseguir es que la gente no este en el pueblo ni en verano (igual esto es lo que quieren) yo por el momento al año que viene no me quedo el la verbena y me marcho antes y no pierdo dias de vacaciones.
Los chavales han demostrado que tienen mas ganas de hacer cosas que quien gobierna el Ayuntamiento. La plaza el día de la Verbena penosa, los juegos de San Roquito igual.
Y además son generosos, lo poco que tenían se lo han gastado en invitar a pequeños y mayores.
No os dejaran ser Comisión de Fiestas pero no dejéis que os quiten la ilusión. Al año que viene volver a dar otra lección.
Publicar un comentario